25 de junio de 2011

El paraguas,.

Que la vida tiene sorpresas, puf, lo sabemos. ¿qué te puedo contar?

Que esta semana hizo frío y llovió a cántaros en dos costosas cuotas. Que con las veces que saqué el paraguas en estos días ya habré amortizado este y los quice paraguas que habré perdido desde que tengo uso de razón. En la frase “todo vuelve”; no che, a mi no me volvió ninguno.

El frío, de regreso a casa, me acompañó a lo largo y ancho de mi cuerpo. Pero una hermosa ducha, (agradezco tanto tanto tener una ducha con presión y caliente), me esperaba. Me fui a dormir, luego de bañarme y pensé en el paraguas.

Siempre lo usé y lo dejé en casa en un rincón. Nunca le pregunté si tenía frío (claro que sí). Si siempre lo expuse a la sombra de la bienvenida lluvia fría, punzante, hiriente, copiosa e insistente; al viento descarado. Y siempre resguardó el lugar elegido por mí; debajo de mi corona. No es justo que no le haya agradecido, no le haya servido un té; una toalla o una bolsita de agua caliente al llegar a casa. Encima, lo dejo en un rincón. Qué ingratitud.

En que hoy me desperté, el frío continuaba pero ya no llovía. Revolví los párpados de mis ojos con mis puños y las yemas de mis dedos, bien bien; porque, al entrar al baño, me encontré la bañera llena de agua saliéndole vapor, del agua tan calientita y mi paraguas contento; casi abierto, silbando una canción y dándose un buen descanso en un rico baño de inmersión.

ceci.

4 comentarios:

Calipso ••• dijo...

me encanto :) saludos

Fernando Ponce Aramburu dijo...

No soy muy amigo de ellos y obvio nunca me comunique o les pregunte si alguno necesitaba algo. Pero tu escrito me puso a pensar, en lo egoista que fui todos eso dias que "llovió a cántaros en dos costosas cuotas" y nunca salio de mi un buen gesto. Por eso apartir de ahora mi actitud sera otra...
Otro muy bueno, perdon pero lee arriba asi bajo y mis comentarios no respetan el orden, jejeje.

Alejandra Correa dijo...

A veces para en el rincón de los zapatos, en esos días donde hace mucho sol, donde puedo correr por mi, se me ha olvidado, porque no se bailar bajo la lluvia, por que tengo una amigo, que me protege de cualquier bentarron

Val dijo...

Ya era hora... él también exige descanso!
Me encanta lo que escribís, hola :)