3 de abril de 2008

San Salvador

Nostalgia de haberte escuchado por ahí, de haber pasado junto al viento. Se me oprime el pecho con mirar al horizonte de este amado río, que de solo sonar su calma habla y, si le prestas atención, grita desde el fondo. Me contaste una vez y aún lo recuerdo. Indeleble se hizo para mí el instante en que tus ojos se hicieron luceros junto a la orilla del río. El caminar de mi abuelo, piel trigueña y ojos claros, la sonrisa de tus sueños. Un siglo de barcos que llegaban por Maldonado y avistabas desde la calma de tu orilla, un tesoro hundido, un millón de sueños escondidos.
Respiro la nostalgia de aquello que me contaron, de aquello que pudo cambiar la historia, que tal vez fue. La nostalgia de aquello no vivido.


http://pdf.diariohoy.net/2000/05/12/pdf/22.pdf

ceci, abril 08

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