30 de abril de 2020

Guapo


La mayoría de las veces me siento cómoda con la cuarentena hasta el punto de agradecerle a la vida porque nos encontró así, por darme la oportunidad de potenciar mi verdadera yo y crecer, pintar, escribir, planificar y encontrar mi paz.
Otras veces siento que estoy en un viaje en micro de larga distancia, de esos que duran mas de 20 hs y que no llega más: me despierto y resulta que recién salimos de la primera rotonda; si me estoy meando acomodo mis cosas así aprovecho a bajar en alguna parada de algún pueblo donde desciendo, estiro un poco las piernas pensando en no olvidarme de nada, hago terrible fila para mear rápido en un baño feo de terminal donde todo me da asco, me lavo las manos como puedo, pienso si luego tendré hambre, paso por el kiosco y no compro nada porque hay mucha gente, subo, reviso que no te falte nada, recuerdo que no compré ni un chicle, pienso si no olvidé algo abajo. 

Bueno, así es cuando me toca salir de casa.
Puf, qué estrés ya me dio contarles esto. Mejor duermo, pero un ratito nomas porque el chico del asiento de al lado está muy guapo.

No hay comentarios.: