La notita estaba doblada en dos partes y pegada en su cunita que lo esperaba tendida ya hace unos largos y ansiados días. Decía algo así;
Decile a mamá que hice cuentas y que, en un principio, creí llevarle un amanecer de ventaja. Pero luego pensé. Pensé bien. Pensé en que los hemisferios (qué fea palabra, Ale, mejor digamos “los mares”), los mares hicieron un efecto de compensación.
Igual, no importa; sea como sea, si por esas casualidades me sobrara un amanecer, o mismo no me sobrara, más bien me faltara, lo imaginaré igual para vos. Decile a mamá que les regalo uno. Yo misma. Uno mismito sólo alcanza, para verte abrir los ojos y darte la luz de bienvenida a esta flor, este llanto, esta risa o esta tarde luego de la lluvia que algunos llamamos vida.
Ceci
06/10/2010.
2 comentarios:
linda nota, muy tierna... es algo que no se como describirlo pero en si mismo es hermoso :)
Es dulce y hermoso, ceci...
Me encanta leer de nacimientos y de vida, hace falta hoy por hoy y más que nunca.
abrazo tucumano! :)
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