31 de julio de 2008

Cuando llueva.

Te extrañaré cuando llueva,
Te veré en la insistencia de merodeos en mi alma,
Recordaré las certezas dejadas en tu cuello,
Estaré afligida, ignorando coordenadas.

Te extrañaré cuando llueva,
Quizá la tarde se exceda de intensidades,
De horas y minutos en demasía,
De copiosos estallidos de perlas sobre mi ventana.

Te extrañaré cuando llueva,
veré al viento esfumar un diente de león de olvido,
En los verdosos árboles tristes,
colgando las húmedas hojas de tu llanto.

Te extrañaré cuando llueva,
Tendré en mi mente tus ojos sabios,
Sabios y claros como libro abierto,
como versos sin espalda.

Te extrañaré cuando llueva,
Y si multitudes de nomeolvides se anunciaran en mi sala,
aunque adosados a relámpagos de hielo,
Rogaré por siempre, por tu recuerdo,
rogaré que siga lloviendo.


Ceci .



31 de Julio 2008

2 comentarios:

May dijo...

que preciosidad y que evocadora que resulta la lluvia

espero que todo bien
besos desde este lado del oceano
may

Ramiro dijo...

Hola Ceci!
Que linda entrada, que lindo que escribes.
La lluvia solía gustarme bastante, me encantaba contemplarla por la ventana de mi pieza. Pero algunos golpes al corazón han hecho que la lluvia no me resulte tan apetecible y produzca en mí algo de melancolía, aun más si es domingo.
Besos Ceci, muy lindo leerte. Saludos.