3 de agosto de 2008

Spaguetti.

Era muy temprano y llovía.
El había viajado muchos kilómetros durante la tardenoche anterior, en su nueva camioneta, para poder verse sólo unas pocas y mágicas (¿existe tal vez otra palabra para describir aquel momento?) horas.
Era así como se iba despidiendo un verano de fuego y de magia; sí, mucha magia.
Con su arribo, él removía el brillo de la ciudad, para brillar aún más. El conversar de ambos era como ver la serenidad del paso de los años en sus ojos brillantes, pudiendo así, entre abrazos y sábanas, contemplar el mundo, llegar a la simpleza de tenerse allí: un escenario y dos almas que han clavado sus espadas dispuestas a volar. Y la lluvia, claro está.
El le preguntó a ella si le gustaba remontar barriletes.
Con toda firmeza, pero en voz baja le contestó que sí.
-¿Y cómo sabés?.¿hace cuánto que no remontás un barrilete?
-Hace quince años, seguro. Me encantaba, íbamos con los chicos de la escuela a remontarlos.- le contestó ella.
-Entonces, no sabés si te gusta.
Lo miró de reojo con una sonrisa leve, pícara y lamentada de darle la razón.
-¿Y a vos?
- Uy, yo hace mucho más de quince años que no remonto un barrilete.

-"Remontar el barrilete en esta tempestad, sólo hará entender que ayer no es hoy; que hoy es hoy y que no soy actor de lo que fui." – tararearon, a la par, por lo bajo y sin mirarse.
- "no soy actor de lo que fuí", qué buena frase. – pensó él en voz alta.
- Es re linda esa canción.
Cerraron sus ojos y siguieron durmiendo con el estallido de copiosas perlas azules sobre el cristal de la ventana como canción de cuna, con sus brazos como cintas entrelazando sus cuerpos; porque, aquella vez, la lluvia amenazaba con perdurar durante toda la estival mañana.


Ceci



(texto bosquejado hace mucho y remendado en agosto de 2008)

2 comentarios:

May dijo...

gracias por esas cosas que escribes, que hermoso

http://caminosdeidayvuelta.blogspot.com/2008/08/premio-brillante-weblog.html

Anónimo dijo...

Querida Ceci, siempre es refrescante leerte, das una brisa de aire puro y fresco a todo lo que tocás.
Un beso
Pao