1 de noviembre de 2007

con vos

Tuve unos instantes en los que salían intentos melódicos de una comparsa. Tuve un domingo que no fue triste; rayos de sol de verano sobre el rosedal me observaban mientras recorría sobre rollers su lugar. Tuve regalos, que guardaba como tesoros bajo el azul de mi océano, que ni te das idea cuanto habría que nadar para llevarlos. Y hasta un vestido hermoso tuve en mi cuerpo, bordado con flores decoradas de retacitos de colores que juntábamos por ahí.

Así, fui descubriendo que tenía un mundo de cosas, maravillas estelares, trajes con lentejuelas y tul, y una foto que lo testimoniaba, blanca piel con la fuerza de rojos labios.

Hasta un día me fui corriendo al mar, como en los años ´20, sombrero con lunares. Maravillas dulces, como el pastel de la victoria, que años después verías llegar. Hasta me trasformé en una flor y de lejos te sonreía para que me vieras. Esa sonrisa la llevo acá, en mis dedos, en mi propia sonrisa.

Y sentada aquí, sintiendo que nunca se desprendieron de mí esas cosas que yo tuve, así estoy. Sin certezas para imaginar que el tiempo me las forcejea y me hace caer varias lágrimas. Así estoy.

Y me quedo así, abrazando algún tiempo, al menos hoy. Tengo increíbles cosas más, que ya no sé si tengo. Y hasta puedo pensar todo aquello lo he perdido. Sin embargo, nunca perdí esta gran certeza: que cuento con vos y con mi memoria.


Ceci