Palparé, por siempre, cada diez de abril.
Cada abril, cada uno.
Cada abrazo vivo en el recuerdo, cada abrazo ausente cuando se entibia el café.
Palparé, por siempre, tus manos, tus delicias, tus buñuelos de domingo al atardecer.
Tus dudas, pero más bien tus certezas de bella mujer.
Tu piel siempre joven, caricia eterna.
Palparé, por siempre, los rincones de la casa, tan tuyos, cada afiche, cada retazo de mí.
Palparé, por siempre, la fuerza que me has contagiado, tu mirada firme y con convicción.
Palparé, por siempre, el orgullo que implica jamás rendirse, cada vez que sueño tus ojos.
Palparé, por siempre, nuestra vida, tu hermosa vida.
Palparé, por siempre, cada abril de otoño sin otoño, como hoy, con sesenta abriles cayendo lentamente de los árboles, tristes, por habernos quedado sin tí.
ceci
10abr09
No hay comentarios.:
Publicar un comentario