1 de diciembre de 2008

Qué será.

Que será del día,
sin la luz de tus ojos al despertar.
Que será del mundo,
que camina, sigue sigue,
sin ganas, sigue igual.

Que serán de las Santa Rita
y las rosas del jardín.
Que será del atardecer,
de la vereda y las rejas del portón
y ese espacio vacío, imapaciente
que has dejado, madre mía.

Que serán de mis ojos,
sin tu risa, sin tu risa.
Que serán de esos diez mil libros,
enumerados con tu puño y letra;
tan tuyos e impecables,
celosos de las paredes ausentes.

Que será de nuestros domingos,
sin la milonga y el candombe,
sin la alarma de tu voz,
sin el abrazo de tu alma.

Que será de mi poesía,
de este dolor en mi pecho
tajante cuando escribo,
Que será de la muerte,
que se sale con las suyas
aún cuando estamos vivos.

Que será de nosostros,
que será de los años,
que hoy mismo son cuatro,
tan largos y escandalosos,
en los que no te tengo.

Que serán de tus ojos,
enormes color de la miel.
Que será de los recuerdos,
motor de mi andar,
razón de mi vida.

ceci.

01/ dic. /2008

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