14 de mayo de 2008

Versos amontonados que recuerdan.

Acercarnos al infierno,
de un verano que no deseaba,
borrarlo de mi vida no debiera ser posible,
dejaría de ser yo,
por eso es que te cuento.
En dos instantes vi perderse, allí,
la gran almohada
que almacenaba cada noche mis sueños,
el pequeño libro de mis sonsas utopías;
aquellas que con manos de niña
me fui creando.
Estallar en un momento,
caímos lágrimas por doquier,
junto a los lápices cuales seguiríamos
escribiendo nuestros días.
Borrando crímenes,
escondiendo cristales bajo la alfombra,
viven los tranquilos,
mas morirán en vida,
mientras yo, al menos yo,
te seguiré contando.
Las penas salen ilesas,
los sueños quebrantados.
Hagamos el amor con vidas nuevas,
con restaurados cuerpos;
brindemos,
que el temporal se va apagando.
Me aliviaré de esos días,
escucharé tus canciones,
lloraré en silencio, de ser necesario.
Aunque el ruido de los tranquilos
tontamente me confundan,
llenan de truenos los almendros,
los marchitan, los lastiman.
Pero gracias a los momentos,
a aquellas cosas
inexplicablemente mágicas de la vida,
hemos perdido la calma hace rato,
y encontramos felices formas de recordar.
Siempre sabrás, te dije una vez,
que conté y cuento con vos
y con mi memoria.


Muchas gracias.

Ceci, algún día,2008

No hay comentarios.: