Silencioso el tono de mi voz cuando te repito. A lo bajo, apenas me escucho y me llaga un susurro dulcemente tajante, implorante. Las manos en los bolsillos suelo tener cuando, con el momento de mi hombro, abro la puerta apenas entornada y mis ojos se reparan en las luces de arriba. Mil estrellas.
Con mezcla de humedad y brillo estelar en mis ojos me quedo. Inevitable amor de juventud desquiciada, hermosamente ducha de revoloteos incansables, risas cómplices y solitarias. Inexplicable, volverte a ver en sonrientes retazos de recuerdos que intento armar y seguir amando de estrella en estrella. Englobando, embarcando un conjunto de ideas que miraba con gloria y llevan a situarme en aquellos instantes cuando pagaste la última cuota de la compra de parcela en mi memoria. Y no volviste más. Enviaré escritura.
Y cuando despierto, te tengo casi diría entre mis brazos. Con mis labios semiabiertos rozo tu rostro sin humedad en ellos. Tus ojos duermen. Mojo apenas tu lóbulo con una pizca de humedad y me rindo.
Si ya no puedo tararearte esa canción que te escribí mientras hablaba de vos a diez mil kilómetros de aquí. Si el tiempo y la pared que construí con mis palabras se empecinan en arrancarme aquello que fue nuestro.
Hoy diluvia, y no dejo de pensar aquel día que chapoteamos corriendo, alegres, sutiles, esquivando autos y luces y gritando, por dentro, hoy te quiero un poco más.
ceci. dic '07
1 comentario:
entelibre dijo en 18/12/07 21:05 …
:)
vomitando flores.
Besos.
birraaaaaaaa
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empedocles dijo en 26/12/07 11:20 …
..
Necesitaba leer algo así
me parte el corazón por similitud..
excelente esa forma sentimental de describir...
Sonrientes retazos de recuerdos,.
Oh.
sí, me guardo este texto.
besos cecidi.
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