tag:blogger.com,1999:blog-327328472024-03-13T15:21:00.185-03:00La Metáfora No Se ManchaCecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.comBlogger174125tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-36955880289212029932020-04-30T15:45:00.004-03:002020-04-30T15:46:42.959-03:00Guapo<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #1c1e21; font-size: 10.5pt; line-height: 115%;">La
mayoría de las veces me siento cómoda con la cuarentena hasta el punto de
agradecerle a la vida porque nos encontró así, por darme la oportunidad de
potenciar mi verdadera yo y crecer, pintar, escribir, planificar y encontrar mi
paz.</span><span style="color: #1c1e21; font-size: 10.5pt; line-height: 115%;"><br />
<span style="background: white;">Otras veces siento que estoy en un viaje en
micro de larga distancia, de esos que duran mas de 20 hs y que no llega más: me
despierto y resulta que recién salimos de la primera rotonda; si me estoy
meando acomodo mis cosas así aprovecho a baja<span class="textexposedshow">r en
alguna parada de algún pueblo donde desciendo, estiro un poco las piernas
pensando en no olvidarme de nada, hago terrible fila para mear rápido en un
baño feo de terminal donde todo me da asco, me lavo las manos como puedo,
pienso si luego tendré hambre, paso por el kiosco y no compro nada porque hay
mucha gente, subo, reviso que no te falte nada, recuerdo que no compré ni un
chicle, pienso si no olvidé algo abajo. </span></span></span><br />
<span style="color: #1c1e21; font-size: 10.5pt; line-height: 115%;"><span style="background: white;"><span class="textexposedshow">Bueno, así es cuando me toca salir de
casa.</span><br />
<span class="textexposedshow">Puf, qué estrés ya me dio contarles esto. Mejor
duermo, pero un ratito nomas porque el chico del asiento de al lado está muy
guapo.</span></span></span><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></div>
<br />Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-58439055665284366252020-04-21T15:16:00.000-03:002020-04-21T15:16:54.058-03:00Crónica de mi segunda cuarentena.<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Antes de escribir me voy a sacar la culpa que me suele dar vueltas, esa que se convierte en una vocecita que dice: “no romantices la cuarentena por hay gente que la pasa mal con todo esto”, porque la verdad es que ante cualquier situación en la vida que ocurra la percibe de distinta manera cada persona en particular y cambiar el mundo rumbeando ese camino no nos llevará a ningún lugar. Haya evento o no haya evento, siempre habrá cosas que no podremos controlar. Además como decía Neruda en un poema que les citaré:”la vida es sólo lo que se hace, no quiero nada con la muerte.”</div>
<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Era el primer día del año 2006, tan blanco y limpio como lo suele ser pasada la media mañana y, como de costumbre, elegí viajar atrás así podría estirar las piernas y comenzar a leer un libro de Virginia Woolf.</div>
<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Si llegué a leer algo de la novela, no lo recuerdo, ya que después de unas horas, de viaje y almuerzo ya me iba relajando y dispersando. La verdad es que no tenía muchas ganas de hacer ese viaje; mi cuerpo estaba pidiéndome que me quede en casa a pintar o dibujar. Ya estábamos muy metidas en unas cinco o seis hora de viaje cuando, de pronto, despegué mis ojos del libro porque escuché la voz de grito de mi hermano y miré hacia a adelante; tan ínfimo fue ese instante entre suceso y suceso que no pude ni apenas alzar la voz para alertar.</div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 16.8667px; margin: 0cm 0cm 10pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 9pt;">
“A medida que aceleramos mis recuerdos me estremecen<br />
Y en un soplo veo proyectado como un film toda mi vida<br />
Ya no sé si el cielo está arriba, abajo o dentro de mi<br />
Y aunque el paisaje sea tan extraño creo haber estado aquí.</div>
<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 9pt;">
….</div>
<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
Y ahora todo es una luz tan clara que a mi lado ya no hay nada<br />
Solo alegría, paz y armonía y esa luz que es tan tibia<br />
Y bien comprendo eso no era un sueño en ese auto estaba yo<br />
Y ese auto estaba todo roto y con fuego en su interior.”</div>
<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
Decía una canción de Sueter y yo lo sentí así.</div>
<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
La novela que estaba intentando leer se llamaba “Fin de Viaje”, y con ese tan premonitorio título aún conservo el libro entre mis cosas. Sin saberlo, ese momento marcó el comienzo de la primera cuarentena de mi vida. Evidentemente, ahora no es la primera vez que me bajo un ratito de este mundo.</div>
<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
Fue difícil transitar aquellos primeros <span style="font-size: 11pt;">meses del 2006: yo recuperándome; aprendiendo literalmente a caminar, encogiéndome junto a mis venas cada vez que las buscaban para pinchar, sintiendo el raro olor que emana la mezcla de tardecita y el miedo, extrañando la voz y los abrazos de mi madre, recibiendo visitas que no invité. Pero también, con el pasar de los días la cara de la luna fue mostrándose mejor y empecé a ver y sentir la vida de otra manera, me volvi un poco más sensible, más poderosa porque empecé a darle vida a mi palabra: empecé a escribir. Escuché la mejor música de la que había conocido: descubrí la trova, leí las mejores lecturas; los autores justos. Tuve los mejores intercambios con amigos y amigas. Hice un blog y escribí mis memorias. Me atreví a negociar por un ratito mi libertad con un enfermero quien me enseñó a pincharme para poder pasarme el antibiótico por las venas así poder escaparme con mis hermanos a la Feria del del Libro. Nunca les dije a mis hermanos pero aquella tarde, tomando mate en los bosques de Palermo, fue una de las más lindas de mi vida. Estando internada en casa, me saqué el pijama, cambié de actitud y me curé preparando un final de Electrotecnia y así, el virus intrahospitalario que afectó por varios meses la operación en mi columna se fue yendo solito y sin más medicamentos que ese renacer; así es como volví a creer en la vida.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 11pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: white; font-family: calibri, sans-serif; font-size: 11pt; font-style: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
<span style="font-size: 11pt;">Hoy la cuarentena me toca de cerca otra vez pero diferente, más madura quizás, con algunos miedos, pero con un alivio en común. Siento lo mismo que aquella vez, siento que se me dió un permiso externo para hacer lo que siento y no lo que debo, que se me da un permiso para sentir. Quizás la cuarentena volvió otra vez para que entienda, de una vez por todas, que a este mundo vinimos a ser felices con las que disfrutamos y sabemos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
De aquel tiempo de primeras cuarentenas a esta parte, trabajé mucho, hice amigos, hice amores, nacieron sobrinos, aprendí a conducir en La Patagonia, me mudé muchas veces, crucé cinco veces el océano, me volví un poco loca y hasta hice mi primer asado en días de cuarentena.</div>
<span class="im" style="background-color: white; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: x-small;"></span><span class="im" style="background-color: white; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: x-small;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
Y yo aquí con mi alma desnuda buscando pintar, escribir y crear; las tres cosas que me mantuvieron viva hoy y siempre.</div>
<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
Ceci.</div>
Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-56091423372536600912016-12-19T17:22:00.002-03:002020-04-21T15:18:05.240-03:00Rosario<div style="background-color: white; color: #666666; font-size: 12px; margin-bottom: 1em; margin-top: 1em;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si alguna vez se me hubiese dado la posibilidad de imaginar su ausencia, jamás se me hubiese ocurrido que un primer sol de diciembre no fuera capaz de detener e<span class="text_exposed_show" style="display: inline;">sa fuerza que estaba haciendo desvanecer la marcha imparable de los carruajes de su corazón y haya transformado el dolor de su cuerpo en la calma de sus párpados, en la puñalada del silencio cuando me acerqué a su rostro y se esfumó su respiración en un canto de ave, en la luz del alba.<br />Cada día que pasó fue aprender a vivir de nuevo. Fue convertir el presente con fundamentos que dejó su alma, con enseñanzas en carne viva, de los tropiezos, de los por qué, de las cosas bellas o las que no pude preguntarle.<br />Cada diciembre lo empecé recordando aquel comienzo de la ausencia, aquel no saber sostener la mirada, aquella imposibilidad de tragar saliva, aquel golpe seco a nuestras vidas.<br />Ya son once, once años que convivo con lo que aprendí de su presencia, once años en los que me reinventé para poder vivir y convivir; convivir con la idea de que mi madre fue esa mujer llamada Rosario y también el ángel que protege mi alma.</span></span></div>
<div class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #666666; display: inline; font-family: "Helvetica Neue", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 12px;">
<div style="font-family: inherit; margin-bottom: 1em; margin-top: 1em;">
Ceci<br />
30/nov/2015</div>
</div>
Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-43801047567121628852015-08-12T14:19:00.000-03:002020-04-21T18:33:05.048-03:00Algo que encontré II<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="font-family: "calibri";">Recorrí muchas ciudades en las que no te
encontré. Atravesé momentos difíciles, insulsos hasta, incluso, algunos bellos
e inolvidables y no te encontré. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="font-family: "calibri";">Anduve en bicicleta, en auto, en bus, en
metro, en barco y hasta en camión de cargas peligrosas y no; no te encontré.
Estuve en lugares convencionales y no tan convencionales sumergidos en
instantes realistas y surrealistas, como extraídos de un sueño. Pero no, no te
encontré. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="font-family: "calibri";">Escuché muchas melodías, historias raras e
increíbles, pinté cuadros, crucé rostros donde parecía verse tu mirada y hasta
le puse música a algunos versos que luego borré. Y no, no te encontré. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="font-family: "calibri";">Arañé tu mano en momentos difíciles, casi
cierro el libro de mi vida pero mirá: vinimos a la vida para pelear por
nuestros sueños y, entonces, me quedé. Así y todo; no te encontré. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="font-family: "calibri";">Cargué el teléfono, te llamé y nadie
contestó. Pues no te encontré.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Y mirá qué extrañas son las cosas, hoy
exactamente llevo trescientos días en este lugar. Luego de una tormenta de no
sé si polvo o arena de fractura, luego de que te escondieras junto a la luna
detrás de la barda, luego de besarme como hace años no lo hacían, luego de
abrir la puerta del baño, empapado, con tu espalda perfecta, tus párpados
rosados y tu leve sonrisa: ahí te encontré.</span><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<br />
texto reversionado : 11/8/2015Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-2018264671373504192014-06-24T12:02:00.002-03:002014-06-24T12:02:24.688-03:00Por qué la celeste.Hoy es un día muy especial: juega Uruguay. <br /> Aunque yo nací de este lado del río, hincho por la celeste por una enrome razón; mi mamá nació en Montevideo. No solo es así tan simple y lineal como decir nació en tal lado y punto, sino que de chica tuve la fortuna de despertarme todas las mañanas con la música de María Elena Walsh, pero los domingos eran de Zitarrosa. Así, una lista enorme de cosas qu...e hicieron que yo sienta que había un lugar que, sin conocerlo, ya lo había vivido. Ojalá pueda contarles qué importante es para mí que mi mamá María del Rosario me haya enseñado a amar a su pueblo, tanto como ella amó la Argentina y la hizo su lugar y el lugar donde eligió que nacieran sus hijos. No me seduce mucho ese tema de las fronteras, o banderas, hasta quizás ni el fútbol tampoco, mas que vivirlo como el folklore.<br /><br />
Lo más cruel de la ausencia no es esforzarte por recordar un abrazo, ni por recordar su sonrisa; lo más cruel es no recordar su voz. Y sé que, aunque trate de imaginarlo todo, y comprenda que quizá ella esté en un pequeño lugar de ese, justamente, celeste cielo, lo que me ocurrió en el 2010 y también me ocurrió el jueves pasado con esta Selección Uruguaya con tanta hambre de gloria es que me devolvió la esperanza de escuchar la voz de mi madre en un grito de gol.<br />
<br /> Vamo ´arriba!<br />
<br /><strong>Ceci</strong><br /> Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-4447072071569817092012-06-03T22:10:00.002-03:002012-06-04T19:47:19.053-03:00De viajes y etiquetas.Leí hace poco que para sacarnos las etiquetas que nuestros padres y otros alrededores nos han puesto desde pequeños, habría (hablar en potencial es todo) que hacer un listado de todas esas inquietantes cualidades que nos han puesto, recortarlas una a una, y pegárnoslas en en nuestro cuerpo (yo me imagino más bien en la cara yen las manos) y luego salir a la calle y hacer una caminata durante, al menos, media hora.
Con Julieta hicimos un ciber ping-pong y salieron algunas ideas: ella dice, abogada, yo digo colgada, ella dice buena, yo digo artista... y así hicimos una lista larga, comenzando seriamente y luego, como de costumbre, llegamos al límite de la ridiculez.
Estuve de viaje. Amé viajar. Lo mágico son los lugares, y el entorno. Estuve cuatro días sola sola (toute seule dirían los franceses- el potencial es todo-) en un país que no hablaban mi idioma y fue una experiencia máxima. Aunque el tano se entiende y el castellano cantado como tarantella se hace entender, para mí fueron días en los que varias veces al día percibí que el viaje que soñé me presentó al mundo, ese mundo que se encontró a solas conmigo.
Nápoles fue un encuentro de emociones. Yo venía del norte, boló: allí donde se encuentra la vidriera de todo lo que los tercermundistas sobre-pagamos para parecernos un poquito. Bajé del tren en Napoli y la estación de tren me recordó a Plaza Constitución. Yo tengo millas en tren Roca, no me voy a poner exquisita, no no.
Napoli, todo Napoli me recordó a Buenos Aires. La gente, las calles,el desorden, lo pintorezco. Me perdí entre la lluvia; no fueron perlas fueron cortinas de agua caidas del cielo napolitano en el Barrio Español. Pasé el día siguiente en Capri y regresé al continente.
Yo decia que no era necesario un mapa porque lo mejor de estar en una ciudad desconocida y soñada era perderse. Pero luego entendí que los planos y mapas sirven para bucear. Me compré una guía de Napoli. Nunca la miré.
Así todo, volvi de Capri, y al día siguiente por la mañana, bajo diluvio tomé un taxi y fui con mi ejemplar de La Matáfora... al estadio San Pablo, allí donde tembló cada napolitano con los goles de Maradona. Tomé la foto soñada.
A las tres de la tarde fui directo al aeropuerto para volver al norte. En la espera miré algunas anotaciones de la Guía del viajero; en un futuro lo atribuiría (el potencial es todo) a los pocos días que había estado allí: Me había olvidado del Vesubio.
Yo no sería colgada; sólo registraría lo esencial. Creo. (hablar en potencial es todo) Ceci
<a href="http://www.facebook.com/photo.php?fbid=362363887133840&set=a.362363590467203.77988.100000806966863&type=3&theater">foto tomada sin registro del famoso volcán.</a>Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-91419046572937336922012-03-12T19:39:00.003-03:002012-03-12T19:44:29.711-03:00Día 2. Metáfora IIEncuentro la verdad poniendo la mirada en versiones de la niñez: lo compruebo gomita de azúcar a gomita de azúcar que pasa.<br /><br /><br /><br />.<br /><br /><br /><br /><br />.Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-22614979224706853742012-01-02T22:19:00.000-03:002012-01-02T22:20:22.371-03:00mi pulmón.<a href="http://www.youtube.com/watch?v=lU-MVqx1-5c">http://www.youtube.com/watch?v=lU-MVqx1-5c</a>Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-66347513015510392422011-12-14T21:11:00.002-03:002011-12-14T21:12:38.016-03:00GraciasGracias a mis caricias, a mis delirios, a mi impaciencia, a mis torpezas, a lo simple, a lo complejo, a las meriendas, a lo pequeño y a lo gigante, a mi sonrisa, a mis colores, a mis pies con tus pies, a mis vuelos y aterrizajes, a mis ropas y a mi desnudez, a lo gracioso y a lo triste, a mis platos favoritos, a mis cuentos, a mis lugares, a mi música (ojalá un día al escucharla me recuerdes), a mis intensiones (las breves y ocultas, las dichas y no dichas), a los lagos, mares y ríos que nos quedaron por conocer, a nuestros bares, a la autopista, a mi casa cerca de tu casa, a mis pinturas: mis óleos de imitación, a mis uñas cortitas, a la bella locura, a lo que guardo y a lo que pierdo, a mis besos (sobretodo a mis besos), a mi despiste, a mi despertador, a la rúcula conmigo, a mis fotos, a nuestros días, a nuestras noches, a mí y a mi alrededor, al ejercicio de la memoria, a la revolución y al amor.<br />Sobretodo al amor, que me mantiene de pie. Gracias.Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-64930358374740493862011-11-13T15:01:00.002-03:002011-11-13T21:18:34.390-03:00Tus nombres.Siempre me gustaron tus nombres; porque fueron consistentes y de rotunda verdad. <br />Recuerdo el aire que respiré, un vaho primaveral después de la lluvia que hipnotizó mis sentidos. Siempre recuerdo tus manos y tus labios.<br />Desde que te conocí, recordé que el mundo gira y las perspectivas que voy dejando, voy haciéndome nómade en cada esquina de este cántaro que algunos llamamos vida.<br />Aprendí a encontrarte en canciones; o me enseñaste a que podrás ser eterno.<br />Siempre me gustaron tus nombres porque cada nombre ha sido una parte mi alma y lo sigue siendo.<br />Te llamaste como un poeta, como un soñador, como alguien que dejó vestigios de amor en cada una de las esquinas en las que nos conocimos.Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-83352335757379233442011-11-12T07:56:00.003-03:002011-11-12T07:57:20.167-03:00¿Qué estás haciendo?Me estoy reinventando.<br /><br />Si fuese cirujana, me olvidaría el bisturí adentro.<br />Si fuese playera de estación de servicio me olvidaría de ponerle la tapa al tanque.<br />Si fuese contadora, me haría una ensalada con el debe y el haber.<br />Si fuese quiosquera les metería caramelos de más.<br />Si fuese policía, no encontraría el arma; andá a saber donde me lo habría olvidado.<br />Si fuese ladrón, hubiese confesado antes de hacerlo.<br />Si fuese poeta, me olvidaría el alma en cada uno de mis versos.<br /><br />¿Qué estás haciendo? Estoy dejando algo atrás: me estoy reinventando.<br /><br /><span style="font-weight:bold;"><br />ceci</span>Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-14502721765345385512011-10-12T09:32:00.000-03:002011-10-12T09:33:03.902-03:00Calle de la Alegría.Tenía pies pequeños, pero los más variados colores de zapatillas. Zuela lisa y cordones altos. Morrales con prendedores que me recuerdan sabores y colores de antaño. A los doce, mamá la encontró recortando el librito de Mafalda; revistas, retacitos y pedacitos de revistas recortadas saludaban al entrar a su cuarto: ella quería un collage en su escritorio. Decoró los cajones y hasta abajo, bien abajito donde no se ven ni los pies. La caída de las cosas las sostiene el piso, o el tiempo.<br /><br />La caída de los sueños, sólo sus ganas de seguir.<br /><br />Persiguiendo sus sueños, seguía decorando, empapelando de grafittis y alegría cada rincón que podía.<br /><br />Un día la encontré tarareando canciones de Silvio y me acerqué. Ella rió.<br /><br />Vino a visitarme mil y una vez; trajo vino y Virginia de diez. No hubo piso ni tiempo. Sólo las ganas.<br /><br />Ayer fui a verla. Casi me pierdo; pero una calle iluminada, una esquina de cintas flúo al viento, unas clavas que rodeaban más allá de mi imaginación me guiaron y se burlaron del tiempo. Y de la gravedad. En la calle de la alegría estaba su casa. No había ni piso, ni tiempo. Sólo sus sueños.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">Ceci</span>Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-83070396109356011422011-06-25T03:10:00.001-03:002011-06-25T03:10:25.677-03:00Un postre de frutillas...Es muy raro esto de que la tristeza resulte un motor inspirador para escribir sobre fútbol. Yo me hago la futbolera, pero no lo he sido ni lo soy. Pero como buena habitante de un pueblo futbolero; como hermana escuchadora pasiva de AM los domingos por la tarde (aclarando que pasiva se debe a la llegada de las ondas sonoras venidas de una fuente no encendida por mí, sino por mi hermano mayor que se volvía loco por river en nuestra adolescencia).<br /> <br />Pero bueno, hoy voy a hablar de fútbol. Qué raro el día de hoy pensar en el futbol, en las costumbres, en el folkore, en el entretenimiento, en los hinchas, en los jugadores, en las instituciones, en las crisis, en las pasiones, o en las miserias, en la nostalgia, o en la pelota, en el arco o en el offside. Ah, ahora que dije offside y volviendo al tema de que me hago la futbolera, recuerdo que hace un tiempo, en una reunión de trabajo con un proveedor, le tuve que explicar en una pizarra (con cancha y tipitos) todo acerca lo que sabía del offside para que me creyeran que soy una chica especial (seguimos el lema homerístico: “trabajamos y nos divertimos”). Bueno, espero que no se les ocurra abandonar las lecturas de mi blog porque les conté esto.<br /> <br />Hoy se me ha descajetado el corazón. Hoy no me preocupó ni el calentamiento global, ni la violencia de género, ni el capitalismo, ni ninguna de mis frecuentes ocupaciones de mi pensamiento. Hoy me preocupó el fútbol. Más precisamente River Plate. Sí señores, sí señoras.<br /> <br />Acá estamos; con un ojo entreabierto mientras dormimos; haciéndole de guardián a la suerte, no sea cosa que salga en su casita movediza, y no la hayamos visto y así fracasar nuestra idea y ansias de interceptarla. Qué raras son las cosas: yo sigo haciendo listas. Podría hacerte las listas de las cosas más increíbles que viví y ahora estoy anotando esta última; la que me ha descuajeringado el corazón.<br /> <br />Porque los recuerdos, ¿vio?<br /> <br />El fútbol y lo que despierta el fútbol, lo que grita, lo que relata, lo que corre, lo que vaticina, lo que llora, grita y maldice, lo que canta, alienta y llora de emoción, aplaude, ataja, golea, pide la hora, manosea, empuja, pita, y manda al corner un campeón, un dios, un crack, barrilete cósmico, un nueve, un líbero, un diez o un muerto, un pecho frío, un amargo, un botón, un de la B; un hincha, un boludo, un barra, uno de mi mismo equipo, uno del equipo contrario.<br /> <br />Hoy no tiembla la tribuna, tiemblan las piernas. Muero en el recuerdo del river campeón sin parar de hace quince años. Recuerdo a Victor Hugo, a Atilio Costa Febre. Recuerdo un día de la madre, en el año en que yo cumplí mis diecisiete, el debut de Saviola; el gol de Saviola soltado por los parlantes de un equipo de audio viejo; creo que lo tengo tan presente porque el pibito tenía casi mi edad.<br /> <br />Y bueno, ¿qué importan mis sentimientos por River no? Lo insólito es que esto es tan histórico como triste y sin sentido, porque pensá una cosa: no tiene sentido. Porque excedió el límite de la gracia pasional futbolera. Me explico, separemos los tantos: una cosa es la verdad objetiva del juego; se gana o se pierde y ya. Pero por otro lado el análisis de la verdad subjetiva, la pasional; la que alimenta el hambre del fútbol y lo define por más allá de las fronteras de la primera acepción de la palabra. No tiene gracia, porque gran parte ganancia de alegrías riverplatenses se la lleva el chiste de encender la pasión de los superclásicos, los campeonatos (que no me alcanzan ni con los dedos de los pies) ¿Y ahora? ¿vamos a entender al futbol de otra manera?<br /> <br />No te vayas a la B. Hacé pantalla mental y pensá en algo lindo, dormite, dormite bien, pensando en goles. Y soñando ser campeón.<br /><span style="font-weight:bold;"> <br />Ceci</span><br />Junio 25/06/2011.Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-36197794262367147692011-06-25T01:29:00.009-03:002011-06-25T01:37:50.933-03:00El paraguas,.Que la vida tiene sorpresas, puf, lo sabemos. ¿qué te puedo contar? <br /><br />Que esta semana hizo frío y llovió a cántaros en dos costosas cuotas. Que con las veces que saqué el paraguas en estos días ya habré amortizado este y los quice paraguas que habré perdido desde que tengo uso de razón. En la frase “todo vuelve”; no che, a mi no me volvió ninguno. <br /><br />El frío, de regreso a casa, me acompañó a lo largo y ancho de mi cuerpo. Pero una hermosa ducha, (agradezco tanto tanto tener una ducha con presión y caliente), me esperaba. Me fui a dormir, luego de bañarme y pensé en el paraguas.<br /><br />Siempre lo usé y lo dejé en casa en un rincón. Nunca le pregunté si tenía frío (claro que sí). Si siempre lo expuse a la sombra de la bienvenida lluvia fría, punzante, hiriente, copiosa e insistente; al viento descarado. Y siempre resguardó el lugar elegido por mí; debajo de mi corona. No es justo que no le haya agradecido, no le haya servido un té; una toalla o una bolsita de agua caliente al llegar a casa. Encima, lo dejo en un rincón. Qué ingratitud.<br /><br />En que hoy me desperté, el frío continuaba pero ya no llovía. Revolví los párpados de mis ojos con mis puños y las yemas de mis dedos, bien bien; porque, al entrar al baño, me encontré la bañera llena de agua saliéndole vapor, del agua tan calientita y mi paraguas contento; casi abierto, silbando una canción y dándose un buen descanso en un rico baño de inmersión.<br /><br />ceci.Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-35921382010643444662011-06-16T19:41:00.002-03:002011-06-16T19:49:33.663-03:00Buena.Ahí está.<br /><br />Sentado, en penitencia, desabrido, evasor, secándose a la sombra y un poco despeinado.<br /><br />Trato de no mirarlo, de dejar que pasen las horas para que se seque, para que tome gusto raro, que tome inconciencia o la poca luz que lo alumbra, que se preste a las pequeñas moscas, al olor rancio del agua estancada o la sequía del no va más, al olor a descuento, a mortandad.<br /><br />Trato de seguir la pureza, al intento de lo impecable de las demás cosas; salvo allí en ese rincón: donde sigue sentado hora tras hora cayéndose las hojas, desprendiendo sus células, gritándole al sol con el grito intolerable de la antena rota en la terraza, despidiéndose larga y lentamente tendido de un no se qué, de un no sé cuando.<br /><br />Se quedará allí hasta que la indiferencia, muerta de risa, decida dar un paso hacia otros lugares, hacia otros cielos, u otros desolados amores, hacia otras células que gritan por desprender. Se quedará allí; ni el plumero pasaré, ni un poco de poett, ni la mirada del lamento.<br /><br />Por cada disparo de nieve contaré hasta diez, por cada segundo de mi retórica pimponeando sobre sus paredes, por cada escupitajo caído sobre mis alas, por cada buena mujer. <br /><br />No digas que soy una buena mujer, porque no lo soy. Buena es recaer en lo binario de los adjetivos, es perder el fuego de la verdad. Buenas son las heladeras o las primeras marcas; yo soy intensidad. Dí que soy intensa, impulsiva, torpe, loca, arrebatada o incorrecta. <br /><br />Buena no digas, no lo soy. Ni dentro de tantos años, ni tampoco ahora; mientras sigue sentado, en penitencia, desabrido, evasor, secándose a la sombra su hermoso e insolente nombre.<br /><br /><span style="font-weight:bold;">ceci</span>Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-60849642671928020652011-06-03T00:23:00.005-03:002011-06-03T00:29:06.749-03:00Vuelve.De pronto llegó un día en que sus gestos no volvían de su expresión; le quedaba el rostro marcado con surcos de sorpresa, admiración, preocupación, miedos, de tanta verdad. Se le hizo como un laberinto de expresiones. Se le hicieron líneas interminables, ramificaciones cual Amazonas. Me hago una tormenta de ideas mental con un listado de sentimientos y se me hace infinito. Imagínalos, reflejados en un ramillete de surcos plasmados en su rostro. Algo así, tan pequeño como un rostro, abarcaba tanto como un saco de sentimientos; como lo que somos; nuestro cuerpo.<br /><br />No es más que eso. Y así, los surcos se comunican con la espalda; quien lanza puños que comprimen y comprimen. Pero no voy a explayar tanto sobre el asunto porque yo ya te había contado sobre hay unos muñequitos que le hacen unos nuditos a los cordones de la espalda, quienes hacen muy bien su trabajo de alertadores, como quien baja la barrera cuando viene el tren, como quien trabaja para el servicio meteorológico; y ni te voy a contar que cuando llega la esperada calma, los muñequitos se acuerdan; sí, se acuerdan y vienen dichosos a desatar lo atado mientras duermo (por fortuna no me los cruzo, como para no quemar tal augurio). <br /><br />Vuelve piel, corazón y vuelo de niño. Vuelve, vuelve vida encima, vértigo de lo lejano, mirada al cielo, asombro de contemplación de la noche, de las estrellas, de los aviones; allí chiquitos, lejanos; vuelve grito de alegría (gritar es lindo, es juego, es augurio, es fantasía).<br /><br />Vuelve niño perdido, aun no es de noche, pero ya estamos por merendar, con las tostadas a punto, la manteca enrollándose sobre el acero inoxidable, vuelve que hay té con leche; dulce y risas sin dolor.<br /><br /><br /><span style="font-weight:bold;">Ceci</span><br /><span style="font-style:italic;">Calientito, recién salido del horno</span>Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-88230692453622840072011-05-14T01:23:00.003-03:002011-05-14T11:17:52.855-03:00Que llueve en una tarde.Que llueve en una tarde de mayo y cesa tipo cinco. <br />Y la claridad y los pájaros, la parra y la vereda, el cigarro, la música, la presencia mía en mi vida misma también lo puede. <br />El viaje, el regreso, las canciones, los días y lugares. <br />Han pasado más de veinte años, sin embargo allí estás y volví a recordarte. <br />Cuéntame, ¿Qué has hecho todo este tiempo? <br />Tal vez recobrando lo recobrado, como un soneto, viva como una verdad.<br />Volví a recordarte. Estos años he estado un poco muerta(ya no me culpes), con una muerte leve, en suaves cuotas diría yo. <br />Volví a recordarte, como un deja vu que decidió permanecer desde ahora mismo, cuando empiezo a despertar. <br />Y vos, ¿dónde estabas? Tan lejos fui a buscarte.<br />Y también viniste. <br />Mujer no ceses, no llores. <br />Volví a recordarte, pura y soñadora.<br />Ahora estás porque te recuerdo, ¿confiarías nuevamente en mí?<br />No me olvides, no nos soltemos la mano otra vez, ahora no.<br />Veinti tantos años, tal vez, fue mucho.<br />Que llueve en una tarde de mayo y cesa tipo cinco.<br />Ahora estás, de cerquita te recuerdo. <br />Porque estás.<br /><br /><br /><span style="font-weight:bold;">ceci</span>Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-36571123739888825062011-05-06T00:21:00.001-03:002011-05-06T00:21:44.332-03:00Día (0,1)<a href="http://www.youtube.com/watch?v=yJh1LK1GQDo">http://www.youtube.com/watch?v=yJh1LK1GQDo</a>Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-5608074619168692232011-04-09T13:03:00.000-03:002011-04-09T13:04:35.945-03:00Vuelos (Voos)Que alcanzo un vuelo. Que cruzo el océano y los mares. Que voy y nadie me sigue. Que siento aromas, recuerdos y colores; esto alguna vez lo viví. <a href="http://www.youtube.com/watch?v=nodNxWcAr7k">Se hunden nuestros corazones en Venecia</a>, que me espera. Esto lo viví; esto lo soñé. <br />Que alcanzo el vuelo: mis pies lejos del suelo firme me hacen llorar de felicidad.<br />Viví en Salzburgo alguna vez, seguro lo recuerdas. <br />Que alcanzo un vuelo siguiendo mis sueños. Lo alcanzo y qué fortuna; hoy ya nadie, nadie me sigue.<br /><br /><br /><span style="font-weight:bold;">ceci</span>Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-17388033075394024322011-03-27T23:23:00.008-03:002011-03-27T23:34:15.088-03:00Talento argentino.<span style="font-weight:bold;">Ceci:</span><br />-Yo también puedo ganar un Realty..<br /><span style="font-weight:bold;">Laotrapersona:</span><br />-Claro…<br /><span style="font-weight:bold;">Ceci:</span><br />-Yo también tengo una historia conmovedora para contar y ganar: “- De chiquita iba a las clases de piano y llevaba las partituras en una bolsita. Hasta que un día en la esquina antes de llegar a la clase, me tropecé con el verdín del cruce de calles y la bolsita se me rompió.”<br /><span style="font-weight:bold;">Laotrapersona:</span><br />-Conmovedor, podés ganar. (Me imagino vos toda flacuchita tirada en el piso, las partituras desparramadas y tu bolsita rota)<br /><span style="font-weight:bold;">Ceci:</span><br />Mi historia de vida es conmovedora.<br /><span style="font-weight:bold;">Ceci/ Laotrapersona:</span><br />(Risas)Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-82717362797890089582011-03-15T23:53:00.006-03:002011-03-16T00:06:02.694-03:00De no.De no tenderla sobre la soga y prenderla tímidamente con los broches de plástico que junté aquella vez, bajo los leves rayos de despedida del sol, en aquel atardecer.<br /><br />De no atraparla en el viento que sacude mis brazos en el mar, ni con mis pies, ni con mi rostro. De no tenerla en la rutina, en el puño mientras la playa se me escapa como el polvo de aquel recuerdo, en el azul del cielo. <br /><br />De no estar ni en el creo, ni en el pienso, ni en el talvez, ni de vez en cuando o a lo mejor.<br /><br />De no embeberse en las sombras de tus sombras arrimadas a mis sombras, ni en un callejón despintado hasta el alma. De no estar en los turquesas de los dioses. <br /><br />Ni apenas en los sueños ni en las voces de las guitarras, ni en los versos.<br /><br />Ni en las agendas, ni en la batallas, ni en lo héroes, ni en los fracasos. <br /><br />De no estar en esta abundancia de silencios, de cicatrices, de cafés entibiándose, de copas y te quieros, que no tiene un ínfimo lugar, si donde busco no la encuentro: cuando las pupilas recobran un sentido; la verdad sigue estando en tus ojos.<br /><br /><span style="font-weight:bold;"><br />Ceci</span>.<br />15/03/2011Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-58780621833515417732011-02-07T23:05:00.000-03:002011-02-07T23:07:09.126-03:00Mon rave<a href="http://www.youtube.com/watch?v=1bJN9kxkOk4&feature=related">http://www.youtube.com/watch?v=1bJN9kxkOk4&feature=related</a>Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-32932274987654508922011-01-17T01:13:00.002-03:002011-01-17T01:19:07.489-03:00Estoy hablando (I)Me sirvió una cerveza con mucha crema que la protegía. Rico y redondo el sorbo que saboreo: cierro mis labios pasando dos vueltas (ida y vuelta) de las llaves de ellos, tan rojos.<br /><br />Pensó repentinamente en que estos últimos cincuenta minutos se hicieron un elástico andante del tiempo e hicieron del mismo la posibilidad de recorrer, con la eficacia de un trueno, el compromiso de permanecer cada uno de nuestros deseos en la realidad. <br /><br />La ropa; que, tirada en el piso, hizo que paralizáramos nuestras ganas de fumar un rato, sólo un rato. El piso; cuyas migas dispersas eran tan visibles como amigas íntimas de la gravedad. Los vasos; sus contenidos de antaño se solidificaron con franqueza, con atención, con empeño. Bien, hasta la posibilidad, benditos cincuenta minutos, retazo de aquello que en ocasiones llamamos tiempo, servida para esperar a ascensor más viejo, siendo que nos vimos derrocados ante la suerte de moneda que delata el hecho que ante dos ascensores en el pasillo viniera primero aquel.<br /><br />Cruzamos la esquina; casi casi la esquina, mejor dicho, hasta llegar hasta lo de la china y su supermercado chino. <br /><br />Compramos las bebidas y la cajera oriental sonrió (cuando él le tarareó la canción del verano mientras pagaba) con casi una carcajada dándole un final feliz a su cara de piedra, de catarata cuando esconde su gélida humedad. <br /><br /><span style="font-weight:bold;">ceci </span><br />01.2011)Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-39594571981529142522010-11-24T14:45:00.011-03:002010-11-24T22:46:30.840-03:00Botones.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_rDnmTJOvip8/TO1QHLcja_I/AAAAAAAABvA/OvjX25FFia4/s1600/P9140051.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="http://3.bp.blogspot.com/_rDnmTJOvip8/TO1QHLcja_I/AAAAAAAABvA/OvjX25FFia4/s400/P9140051.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5543174800624806898" /></a><br />By Ceci.<br /><br /><br />Esta vez no desperté así de golpe. Ya había despertado hace varias horas. Tuve un pensamiento repentino: los botones. Mamá tenía la costumbre de donar ropa sin los botones. Ella silenciosamente, con su tijera larga de filo, descosía, en dos pasos, cada botón de las camisas, los pantalones y los etcéteras; con un leve empujoncito caían débiles deslizándose como tobogán por la tela hasta llegar al cofre de lata. Así, fueron años de cultivo y cosecha de botones.<br /><br />Junto a los libros y al amor, los botones son lo más reciclable que encontré hasta ahora. Bah, lo del amor casi lo dudo, pero no.<br /> <br />Qué ganas de reinventar, me dije. Fui al cofre, los miré un largo rato; hasta quise entenderlos, los seguí mirando y hasta me dio la sensación de no haberlos visto nunca, como haber encontrado una nueva forma en la vida: “así eran los botones che, nunca me había dado cuenta”. Revolví el ropero, desmayé todas las prendas sobre la cama y arranqué todos los botones que tuve a la vista; pero no con la delicadeza de mamá. Listo, ya junté un poco más; pensé.<br /><br />Fui a lo del abuelo a visitarlo esa misma tarde. En un momento se distrajo y asalté su ropero arrancando cada uno de los botones de sus sacos y pantalones. No eran colores vivos, pero eran botones y servían. Así tomé por asalto cuanto ropero encontrara; bah, inducía a encontrar, mejor dicho.<br /><br />El otro día que dormías, sigilosamente, te descosí un botón.<br /><br />Qué ganas de reinventar estas ganas. No me mires así. <br /><br />No quiero verte en el mismo lugar, quiero verte allí, o en otro lugar, que me pilles mientras bailo con mis collares de botones; que en cada parpadeo nos reinventemos como las lecturas, como los amores.<br /><br /><br /><span style="font-weight:bold;">ceci</span><br />noviembre 2010.Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-32732847.post-65011645547051817792010-11-18T17:50:00.002-03:002010-11-18T17:52:00.314-03:00Prólogo de Contratapa del libro "La Metáfora no se Mancha" (Cecilia Díaz). - Por Ana Jeger.“Leyendo cada uno de estos textos me convenzo de que éste también es mi lugar. Y no cuesta, es sencillo verlo: es como entrar a una casa cuyos olores, imágenes y gustos nos vuelven al hogar, al propio nido (con la falta que tan a menudo eso hace).<br />Adentro, se los aseguro, hay airecitos de tango y candombe, coros de murga y comida casera de domingo al mediodía. Hay perfume de madre y frases justas, mate calentito y versos enamorados. Sencillez bordada en las solapas, florcitas de un día que, de tan tímidas, lucen más.<br />Está todo lleno de ruido, del alboroto de las palabras cuando se enredan, cuando se entrechocan y van contando lo que falta por sentir, por hacer, por retener.<br />La letra va buscando estar a la altura de lo sentido, eso de encontrarse y no saber la palabra, eso de jugar con metáforas y versos para que se sepa que no es un juego.<br />La metáfora no se mancha, es ella la que salpica con sus colores alguna parte escondida del corazón.”<br /><br /><span style="font-weight:bold;">Ana Jeger</span><br />Bourg en Bresse, Francia.<br />Diciembre de 2009.Cecihttp://www.blogger.com/profile/16634963752642292176noreply@blogger.com1